martes, 27 de noviembre de 2012
Jaberas
Es
un estilo flamenco de la familia de las Malagueñas, dentro de la cual se las
considera de las más antiguas. Las primeras noticias que se tienen de este
cante, están dentro de la obra “Escenas Andaluzas” (1847) de D. Serafín Estébanez
Calderón, en el artículo titulado “Asamblea General”; describe la actuación de
la gitanilla Dolores y comenta: “Entre
todas las cosas que cantó, dos de ellas sobre todo fueron alabadas. Érase una la Malagueña por el estilo de la Jabera y la otra ciertas coplillas a quienes
los aficionados llamaban Perteneras.
Cuando habían oído la Jabera todos a una le
dieron en esto triunfo, y decían y aseguraban que lo que cantó la gitanilla no
fue la Malagueña de aquella celebre canta’ora, sino la
otra cosa nueva con distinta caída y de mayor dificultad…”
José
Luque Navajas atribuye este estilo a dos hermanas malagueñas, vendedoras de
habas, del barrio de la
Trinidad y nos dice: “Estas
hermanas, que cantaban muy bien y, ora en los pregones de su mercancía, ora en
sus ratos de esparcimiento, interpretaban espontáneamente un cante del corte
del fandango malagueño que ellas habían configurado muy bellamente con arreglo
a sus buenas facultades y gusto”. Este autor nos dice que, en su opinión,
era en Torrox y Vélez Málaga donde se interpretaba la Jabera conocida como “Cantes de María Tascón”
Alfredo
Arrebola cree que la Jabera proviene de
unas canciones populares del siglo XIX, y como canta’or y teórico del flamenco opina que “la Jabera es un cante un tanto misterioso, porque su
nacimiento no coincide ni es coetáneo con la Malagueña,
sino todo lo contrario: se diferencia, y además, es anterior históricamente. Pero
queda algo en claro que esta en la misma flamenca familia, esto es, el fandango
abandola’o. es un cante que empieza en él y en él termina. Tiene, pues, su
personalidad perfectamente definida”.
Es
un cante alejado del fandango primitivo (fandango malagueño) y de la Malagueña,
aunque lleve melodías propias de esta. Poseen unos rasgos y matices propios y
se caracterizan porque su final posee lo que los canta’ores llaman cadencia rota. La voz parece que no llega, da la
sensación de que se rompe. En las jaberas se oyen ecos de Siguiriyas y se pasa con mucha rapidez de los tonos graves a los
agudos y viceversa. Es un cante áspero y duro lo que lo diferencia de las Malagueñas (cante dulce, emotivo y
profundo).
Es
un cante con copla de cuatro versos octosílabos, perteneciente a los fandangos
malagueños. Es un cante sin compás y ofrece al canta’or grandes posibilidades de interpretación, pudiendo recurrir
a toda clase de floreos, arabescos y ornamentaciones vocales.
Barrio
de la Trinidad.
Cuantos pasos me debe'
cuantas veces me han tapa'o
la sombra de tus
parede'
Se
despierta un rey celoso
coge pluma y escribe;
y en el primer renglón pone:
"¡Quien tiene celos no vive!"
miércoles, 21 de noviembre de 2012
Bulerías
Las bulerías son el palo
flamenco más típico del triangulo Sevilla-Lebrija-Jerez de la Frontera, generalmente de
3 ó 4 versos octosílabos, pero es el palo flamenco que más se sale de una métrica
establecida.
Es un palo bullicioso (de ahí su
nombre bulla, griterío y jaleo), festero y alegre. Se distingue por su ritmo rápido
y redoblao compás que se presta más que otros cantes
al jaleo y las palmas. Suele ser e baile con el que se remata toda juerga flamenca,
donde los bailaores van saliendo de
uno en uno a bailar una pieza.
Derivan de la Soleá y eran la forma con la
que el “Loco Mateo” (primer interprete) las remataba. Su origen data de finales
del siglo XIX y su tonalidad puede ser mayor o menor. Las más flamencas se
encuentran en modo dórico.
Pueden nutrirse de las más
variadas sustancias musicales a las que asimila y transforma imponiéndoles su
personalidad.
Se puede distinguir entre dos
tipos de bujería: bulerías “a golpe” o para cantar, que son de ritmo más lento
y también conocidas como bulerías por soleá o soleá por bulerías; y bulerías
ligadas o para bailar.
El arte de pesca con Jábegas
Reciben el nombre de jábegas las
barcas de remos utilizadas en el litoral de Málaga y limítrofes, necesaria para
calar la red. Durante el siglo XIX fue usada para la pesca de la sardina en el
Golfo de Cádiz, pero principalmente, en Isla Cristina.
Esta barca mide aproximadamente
entre 7 y 14 metros
de eslora (longitud total) y unos 2,5 metros de manga (anchura máxima). Era tripulada
por hasta 15 remeros más un patrón o timonel. Desde la barca se echaba o calaba
la red que luego se recogía desde la costa.
El arte de la pesca con jábegas,
o arte de arrastre o tiro, era utilizado generalmente en Málaga, aunque también
se usaba en Guipúzcoa, Vizcaya, Santander y Asturias (zonas rocosas), usándose
también en Baleares y norte de África.
Para la pesca se utilizaba una
red, llamada copo (debía ser igual o mayor que la profundidad) y para
mantenerlas flotando se utilizaban las levas, que podían ser barriles, corchos,
latas, etc.
Se amarran a la veta (cuerda),
necesaria para poder sacar la red cuando la barca llegaba a tierra. Entonces los
jabegotes (tripulantes de la barca) más fuertes tiraban de la veta con la traya
(herramienta que consistía en una cadena y un trozo de corcho que facilitaba la
recogida de la red)
Había unos chavales que ayudaban
a los jabegotes enrollando la veta. A estos chavales se les conocía como
gordones.
Terminada la faena se reunía la
gente y se subastaba la pesca del día.
Jabegotes
Los
jabegotes son una variedad de fandangos. Es un cante típico del litoral
malagueño y debe su nombre a que los pescadores los cantaban mientras hacian o
reparaban sus redes, sentados en la arena, bajo su jábega varada.
Este
cante es también llamado cante de los marengos y forma parte de los cantes
malagueños, como ya hemos dicho.
Son
cantes relacionados con el trabajo de la tierra en firma como el repaso de las
redes y el embadurnado de pez y cuando no mencionan el trabajo se hace siempre
manifiesta la presencia de la mar, nunca el mar. Para ellos la mar va siempre
en femenino.
La
característica principal que lo diferencia del resto de los fandangos
malagueños, es que su tercer verso (verso valiente) se canta en tonos agudos
muy alto.
El
cante de jabegotes es un fandango abandolao,
cuya estructura métrica es de cuatro versos octosílabos con rima asonante o
consonante; se repite el primer verso y así pasa a tener cinco. Tiene compás 3
x 4.
Estando
la mar en calma
se
me mojaron la’ vela’
y
fue de la’ pura’ lágrima’
que
yo derramé por ella.
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